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Durante el Congreso Anual sobre la Región Arequipa (CARA), el pre candidato presidencial Carlos Espá se consolidó como una de las voces más refrescantes del nuevo escenario político peruano.

Frente a un auditorio lleno de jóvenes, el outsider que viene ganando terreno a paso firme hizo un llamado directo a romper con la vieja política: “El Perú necesita volver a creer en su gente joven. No podemos seguir repitiendo los mismos errores ni dejando que los mismos nombres se reciclen cada elección.”

A lo largo del debate, Espá puso énfasis en tres ejes que marcaron su presentación: seguridad, empleo juvenil y educación con mérito.

“No hay seguridad sin trabajo ni trabajo sin educación de verdad. El país necesita una nueva generación que piense en servir, no en robar,” señaló, generando aplausos entre los asistentes.

El candidato también cuestionó a los partidos tradicionales por usar el Estado como botín político: “Hemos normalizado la mediocridad y la corrupción. Y mientras ellos se reparten el poder, la gente sigue esperando agua, educación y oportunidades. Eso tiene que terminar ya.”

Su mensaje no solo resonó en el auditorio. En la última encuesta nacional de Ipsos, Carlos Espá alcanzó un 2% de intención de voto, compartiendo lugar con figuras conocidas, pero despertando esperanza en miles de peruanos que quieren un cambio real en la política.


Un número que marca el inicio de algo más grande: el surgimiento de una generación que ya no cree en los de siempre.

Espá insiste en que el 2026 debe ser el año del cambio de ciclo, donde los peruanos voten por un liderazgo limpio, sin prontuarios ni deudas políticas.

“No prometo milagros, prometo trabajo. Porque el Perú no necesita más mesías, necesita gente que haga las cosas bien.”

Arequipa lo escuchó y respondió. Los aplausos se mezclaron con una sensación que hace tiempo no se veía en la política: esperanza. Porque si algo quedó claro en el CARA, es que el cambio ya comenzó.