¿Cómo le explicas a una madre arequipeña que no habrá resonador, ni rayos X, ni mamógrafo porque “en cinco años habrá un hospital nuevo”? Eso dijo el Gobierno Regional. Y mientras tanto, enfermos sin diagnóstico, médicos sin equipos, pacientes sin esperanza.
Suspendieron la compra de equipos para el Hospital Goyeneche. Se perdieron más de S/ 40 millones en inversión médica urgente. El único mamógrafo del sur ya no funciona. Y nadie responde. Ni el gobernador, ni los consejeros, ni los tecnócratas que firman desde sus escritorios.
No es solo desidia. Es desprecio. Las camas UCI se apagan por los cortes de luz y las autoridades están pintadas. La única respuesta que nos dan es que llegará. Pero la paciencia no es eterna. Esperar cinco años es condenar a familias enteras a la miseria.
Basta de mentiras, estamos cansados de que se burlen en nuestras caras. Es momento de poner la vida de los arequipeños como prioridad. No más show político. El cambio debe darse. No más argollas ni peseteros.