El Loncco salió a las calles de la Ciudad Blanca y nuestro reportero entrevistó a una familia de españoles que visitaban nuestra ciudad.
Los encontramos en el templo de Santa Catalina y cuando hablamos con ellos, nos comentaron que, tanto el padre como la madre habían pasado su luna de miel aquí hace 30 años y que ahora venían con sus hijos, para que conozcan uno de los destinos turísticos más hermosos de América.
Pero ¿qué nos dijo el Padre que nos dejó con la boca abierta?
Sus primeras palabras fueron: “¿Qué le pasó a Arequipa? Ya no es la ciudad tranquila y amable que conocimos en la Luna de Miel”.
“Apenas bajamos del avión nos advirtieron sobre el alto nivel de delincuencia y cuando salimos del hotel, vimos cómo le robaban a otra familia de turistas. Eso sí, lo que más nos sorprendió, es que los ladrones no eran peruanos”, comentó el padre de la familia.
Además, dijo que “yendo a almorzar cuy y camarones al Sol de Mayo, nos dimos cuenta de que esta ciudad está invadida por gente extranjera de mal vivir”. “¿Por qué han permitido esto? En España a los extranjeros buenos, los recibimos con los brazos abiertos, pero a gente como esta, los expulsamos inmediatamente”, finalizó preocupado el turista.
Nos despedimos de la familia española y le deseamos una buena estadía, pero nos quedamos con la amarga sensación de que aquí, no se hace nada para mejorar la calidad de vida y que más y más turistas vengan a visitarnos para que así crezca el comercio, la hotelería, los restaurantes y los museos y cada día son menos los turistas que nos visitan, por eso lo único que engorda es la billetera de los delincuentes.
Arequipa necesita un cambio urgente.