Por supuesto que tenemos alternativas para salvar a Arequipa de la corrupción y la delincuencia y el primer paso está en nuestras manos: Las regionales de octubre.
Anteriormente publicamos en El Loncco una extensa lista de corruptos e inhabilitados para ser gobernantes, por lo que el cambio de aires que Arequipa y el Perú necesitan comienza por nosotros mismos. Es por ello que presentamos tres pequeños pasos a seguir para erradicar mayor enfermedad que nos aqueja:
No elijamos delincuentes: Es el primer paso para salvar a Arequipa. No permitamos que se la roben. Conocemos los antecedentes de los candidatos y está en nuestras manos mandarlos a su casa. Queremos políticos que se preocupen de nuestras necesidades. Los políticos son nuestros empleados, no nuestros jefes.
Si el político es nuestro empleado, no elijamos a un incapaz. Queremos a alguien preparado, que cumpla con solucionar nuestros problemas. Que enfrente a la delincuencia y no esté manchado. Pensemos en un trabajador que fuésemos a contratar.
Por último, no elijamos más de lo mismo. Si queremos tomar nuevos rumbos, busquemos nuevos liderazgos.
Son tres simples caminos, que comienzan por nosotros mismos. Atrevámonos y extirpemos el cáncer de la corrupción. Sintamos orgullo de nuestra decisión.