Cada día es más riesgoso y peligroso caminar por las calles de Arequipa. Según datos del INE, el Departamento de Arequipa tiene una de las percepciones de inseguridad más alta del Perú (91,9%).
Mientas todos los días 40 arequipeños son víctimas de robos, al Gobierno y el Congreso parece no importarle. Eso sin contar otros delitos como asesinatos y la creciente violencia intrafamiliar.
Pero lo que aún es más grave, y da vergüenza, es el hecho que las autoridades no han hecho nada para cambiar esta situación. ¿De qué sirven las promesas de un futuro mejor, si no podemos vivir tranquilos hoy?
La pregunta es ¿Qué más tiene que pasar para que los políticos hagan algo? Nada. Porque a quienes tenemos que cambiar es a esta clase política por una nueva, para que las arequipeñas y los arequipeños nunca más seamos invisibles frente a las autoridades, y sólo visibles para los delincuentes nacionales y extranjeros.