DÓNDE ESTÁN LAS DONACIONES

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Otra historia más de cómo la corrupción en el Estado no solo roba plata sino que  también roba esperanza. Esta vez, el protagonista es el esposo de la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Fanny Montellanos.

Según la denuncia, el esposo de la ministra fue absuelto por funcionarios designados por la propia ministra, pese a estar vinculado con la desaparición de una donación valorizada en más de 500 mil soles, que incluía camisetas, medias, calentadores y brasieres, que debían ser distribuidas a poblaciones vulnerables.

¿Quién responde por las donaciones perdidas? ¿Quién responde por los más necesitados del Perú?

Lo más grave no es solo el silencio sino el descaro de seguir en el cargo como si no pasara nada, como si la gestión pública fuera un favor personal y no una responsabilidad frente al país.

Porque mientras las mujeres y familias en zonas vulnerables no tienen con qué vestirse, en las oficinas del Estado se desaparecen donaciones completas y nadie da la cara.

¿A quién le conviene tanta impunidad? A la misma mafia de izquierda caviar que lleva 25 años controlando los poderes del estado, y pretende seguir en esa posición.


En el Perú se mantiene un modelo de poder podrido, donde el abuso de poder y los vínculos personales pesan más que las reglas y las leyes, y donde los cargos se usan como escudos ante cualquier investigación.

El Perú necesita otro estándar. Otra clase de liderazgo. Y eso no va a llegar mientras las instituciones estén tomadas por operadores políticos que se cuidan entre ellos y jamás responden al pueblo.

Es tiempo de un verdadero cambio. Porque si no cambiamos las reglas del juego, los mismos de siempre van a seguir jugando con nosotros.