Las heladas en el Perú son inevitables y catastróficas. Nuestra Arequipa no escapa. El año pasado se reportaron 12 muertes por frío y más de 200 personas sufrieron enfermedades respiratorias sin atención médica. En 2025, el frío sigue golpeando con fuerza. ¿Y dónde está el Estado? ¿Acaso no sabían que en esta época bajan las temperaturas?
La Gerencia Regional de Educación de Arequipa tomó una medida en medio del caos: cambiar el horario de ingreso a clases en Caylloma, La Unión, Castilla y Condesuyos por las fuertes heladas. Los alumnos entrarán 30 minutos más tarde. Cada colegio decidirá la tolerancia exacta y recuperará clases con carpetas pedagógicas.
Pero es insuficiente. El frío golpea cada día más. En Caylloma ya han muerto 7 mil animales por heladas y miles de personas están en riesgo por enfermedades respiratorias. Las medidas para proteger a los niños están bien, pero no alcanzan.
La gran pregunta es: ¿por qué el Gobierno Regional siempre espera tanto para actuar? ¿Tan ocupados están los 365 días del año?
Esto no es algo nuevo. Igual que los huaicos, las heladas se pueden prever. Tenemos todo un año para prepararnos. Basta de autoridades que reaccionan tarde y con timidez. La salud no se negocia. Con temperaturas hasta de -12 grados, ya deberían estar listas todas las acciones de contingencia.
Si no pueden hacerlo, que se vayan. No nos roben nuestra salud ni nuestro dinero. Necesitamos una renovación profunda en la gestión pública, autoridades que entiendan la prevención y no solo la reacción tardía.