A diario sufrimos por pistas rotas, atrapados en el tráfico por obras eternas que generan congestión y pérdida de tiempo y dinero. Sufrimos también porque
En el Perú, las malas noticias no descansan: corrupción, robos, asesinatos, colegios cayendo a pedazos y hospitales sin medicinas. Todo esto genera desesperanza y miedo,